Tranquila Inquietud es un proyecto de Stephen y Nieves, una pareja de Valencia que ha decidido vivir un tiempo «on the road» en una furgoneta camperizada, escribiendo sus historias de viaje por Europa.
Lo que sigue es una entrevista a los dos autores de este blog. Es bastante larga, pero merece la pena si queréis conocerlos más a fondo.
Entrevistador : Contadnos algo sobre vosotros. ¿Quién empieza?
Stephen : ¡Yo! Soy italiano medio inglés, originario de Florencia. Trabajo como programador web freelance en el contexto hotelero. Hace unos 6 años decidí aprovechar la oportunidad de ir al extranjero para estudiar un idioma, gracias a la empresa italiana para la que trabajaba que financiaba todo el asunto. Como ya hablaba inglés y francés bastante bien, me decidí por el español y… ¡aquí estoy! [sonríe]
Entrevistador : ¡Así de fácil! ¿Y por qué Valencia?
Stephen : La verdad es que me puse en Google imágenes buscando fotos de ciudades españolas, vi una foto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, leí un poco sobre la ciudad, la cocina, el clima, y… ¡tachán!, en una hora había decidido como darle una vuelta a mi vida.
El resto, come se dice, es historia: aprendí el idioma, que por cierto me encanta y sigo aprendiendo, hice amistades y me enamoré de la ciudad, por lo que decidí quedarme.
Entrevistador : Parece que la ciudad no fue la única cosa de la que te enamoraste…
Stephen : Efectivamente no [se ríe mirando a Nieves].
Entrevistador : ¿Cómo os conocisteis?
Nieves : Conocí al italianini aquí en la escuela de idiomas en la que trabajaba [sonríe]. ¡Soy valenciana! Me licencié en Pedagogía (sin nombrar los másteres y especializaciones) porque siempre me ha apasionado el mundo de la educación, de hecho desde los 3 años mi madre me preguntaba: ¿qué quieres ser de mayor?, a lo que yo respondía… ¡profesora! (obviamente me lo ha contado mi madre, ¡yo no me acuerdo!). Y lo conseguí, soy profesora de español como lengua extranjera y llevo ya más de cinco años dando clases antes en la escuela, y ahora online desde la furgoneta… ¡se dice pronto!
Esta soy yo [enseña una foto].
Mi tía Vicen me hizo esta preciosa obra de arte. Cuando me la hizo todavía no conocía a Stephen. Como puedes observar, ¡hay un globo terráqueo! ¡Un globo terráqueo! ¿Sería el destino? ¿Estaría prediciendo mi tía Vicen que iba a dar vueltas por el mundo dando clases de español? No lo sé, pero es una coincidencia maravillosa.
Soy una apasionada de los libros, soy una «comelibros» tal cual. Y cómo no, otra de las cosas que me gustaban de pequeña era corregir, corregir todo, buscar errores en los libros, incluso en las revistas. En educación primaria tenía ya muy claro que quería hacer algo con la corrección. Y aquí estoy, después de un curso de edición y corrección. La vida es increíble, ¡es un placer corregir lo que escribe mi novio! [sonríe] ¡Aunque tengo que decir que es muy bueno!
Entrevistador : ¡O sea que Nieves ha sido tu profesora!
Stephen : ¡Nooo! ¡Desafortunadamente nunca la tuve como profesora! [sonríe].
Nieves : Nos conocimos en una cena de profesores, él se había infiltrado en el grupo [se miran].
Entrevistador : ¿Cómo nació la idea de ir a vivir un tiempo en una furgoneta?
Stephen : Siempre me ha gustado el concepto de turismo itinerante, de casas rodantes, del mundo del caravaning en general. Cuando era pequeño, teníamos una vieja autocaravana Ford del año de la pera. De esas con las letras “F” “O” “R” “D” separadas como logotipo. Un castaño de 7 metros que tardaba un cuarto de hora en llegar a su velocidad máxima, y si te atrevías a ir tan rápido, tenías que hacerlo pensando en que pisando el freno tardaría otros 15 minutos en parar. Un chiste en comparación con lo que venden ahora en el mercado, pero para mí viajar ahí dentro con mi familia y mi perro ha sido una de las experiencias más felices de mi vida.
Entrevistador : Parece que se te ha quedado dentro…
Stephen : Es que una autocaravana permite un tipo de turismo diferente. En un mundo cada vez más rápido, donde todos nos estresamos por aprovechar a tope cada segundo de nuestras (demasiado breves) vacaciones corriendo con nuestras maletas como locos de un lado a otro en busca de experiencias y trofeos para coleccionar y compartir en las redes sociales… el turismo itinerante va a contracorriente.
Entrevistador : ¿En qué sentido?
Stephen : Está hecho para visitar pueblos, países, culturas enteras sin prisa. Con un rumbo que podría cambiar mañana si no nos gusta el entorno, o al revés parando en un sitio idílico hasta que nos dé la gana. Llevar la propia casa con uno mismo permite seguir disfrutando de los pequeños momentos de la vida cotidiana, en un entorno cada vez diferente. Jugar con tu perro, parar a tomar un té calentito mirando un atardecer en el mar a través de la ventana, cocinar algo comprado fresco en los mercadillos de un pueblo. Permite huir de los sitios más turísticos y encontrar pequeños rincones desconocidos y con encanto, descubrir sabores auténticos, entre otras cosas. Sin preocuparse de tener que reservar la noche aquí o ahí, con antelación para no encontrar todo petado o con los precios por las nubes, haciendo y deshaciendo maletas cada vez.
Entrevistador : Pero vivir los dos en un espacio tan pequeño durante meses es diferente…
Stephen : Está claro, no es todo bonito, sencillo y barato… creo que os daréis cuenta leyendo este mismo blog, y más de una vez, pero en mi opinión el juego merece la pena. Aprendes también a vivir con poco y apreciar lo que tienes, simplemente porque NO CABEN muchas cosas en ese espacio. Ganarse la vida trabajando desde nuestra casita rodante requirió un esfuerzo de adaptación importante, y los primeros meses no fueron fáciles… Ha sido un buen banco de pruebas para nuestra relación también, ¡esperamos que salga fortalecida!
Entrevistador : ¿Qué os ha empujado a dejarlo todo y lanzaros a esta aventura?
Stephen : Estar lejos de mi país me ha permitido reflexionar mucho sobre el sentido de la vida, la felicidad y el desarrollo personal. Sabía que me gustaba viajar, que me gustaba aprender cosas nuevas y compartirlas. Sabía que algún día habría vuelto a comprar una autocaravana, pero siempre me decía “es que hay cosas más importantes por hacer ahora”. Hace unos 4 años y medio por fin entendí que la vida pasa demasiado rápida como para no aprovecharse de la suerte que uno tiene: la salud primero, un trabajo que te permite desarrollarlo desde cualquier sitio y unos ahorros. Tampoco tenía ataduras importantes que me impidieran irme adonde me diera la gana… ¿a qué estaba esperando? ¿A tener una familia y responsabilidades mucho más importantes?
Entrevistador : Carpe diem, como se dice…
Stephen : Suena a expresión común y aburrida, lo del carpe diem, pero para mí es una gran verdad que he aprendido a lo largo del tiempo y también gracias a personas especiales que he encontrado en mi vida. Todo puede cambiar mañana, hay que vivir el aquí y ahora. Tengo superclara una cosa, no quiero trabajar toda la vida para poder vivir a partir de los 70 años (si es que tengo suerte), ¡quiero vivir ya! Fue así cuando empecé a plantearme dar vueltas por el mundo, trabajando “on the road” en plan nómada. Me puse a buscar una autocaravana pequeña usada sin éxito, para después centrar mi interés en las caravanas. Estaba a punto de entregar la señal para comprar una nueva cuando… ¡tacháan!, conocí a esta señorita de aquí al lado.
Entrevistador : [me río] ¿Y entonces qué?
Stephen : Bueno… decidí que no había tanta prisa, que podía esperar un poco más en irme… [la mira y se ríe]. Uno podría pensar: ya está, se acabó el rollo, pero no. He tenido suerte ahí también, porque al final hicimos esta locura juntos.
Nieves : Por una parte, cuando conocí a Stephen, la idea esta de viajar durante un período de tiempo me llamaba bastante la atención, claro que me gusta viajar, como a mucha gente, pero nunca en la vida había pensado en hacerlo en una casita sobre ruedas. Conforme pasaba el tiempo me di cuenta de que Stephen es de las personas que tienen sueños, y que esos sueños los persigue con pasión. Tener pasión por las cosas que haces y quieres, eso es lo fundamental para seguir adelante, y es que es nuestra vida, ¿no es lógico? Si quieres algo, lo buscas y luchas por ello, por lo menos lo habrás intentado.
Entrevistador : ¿…y por otra parte?
Nieves : Por otra parte, me daba un poco de miedo, o llamémosle mejor respeto, el asunto del trabajo. Pensamos juntos las opciones posibles, y sorprendentemente mi trabajo también se puede llevar a cabo dentro de una furgoneta. Soy profesora de español online. ¡Claro que es posible! Así que me animé más y más.
Entrevistador : Genial [sonrío]. ¿Y cómo va el plan?
Nieves : Hace 2 años camperizamos la furgo de forma apañada y salimos en verano de 2017 con el objetivo de llegar al sur de Italia para una boda de unos amigos. A partir de ahí, empezamos a planificar un poco la ruta. El primer destino fue el norte de España, pasando por el País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León, para después volver en Navidad a Valencia con mi familia. Al año siguiente, Stephen diseñó la furgo de nuevo para adaptarla a nuestras necesidades, ¡fue un trabajo enorme! Pero después de unos meses, por fin en agosto de 2018 salimos de nuevo hacia Italia esta vez con ducha, calefacción, agua caliente y otras facilidades más. Entre unas cosas y otras pasamos un año dando vueltas por Italia (con pausas en Florencia). Vivimos el ambiente navideño del norte del país con los mercaditos de Navidad. Pudimos probar la inmensa variedad gastronómica de Italia, como los tortellini de Bolonia, la Nuvola (un dulce típico) del Lago di Como, la pizza de Nápoles, los spaghetti alla carbonara de Roma, el pandoro de Verona y mil cosas más, todo sabores auténticos probados en los lugares de origen sin dejar de visitar las ciudades: también Milán, Trento, Perugia, Bolzano, Salerno o Venecia y muchos pueblos con encanto como Civita di Bagnoregio, Orvieto o Sirmione (hemos perdido la cuenta). Además, tuvimos la oportunidad de explorar detenidamente lugares encantadores como la Toscana (la región de Stephen), Le Cinque Terre, y la Costiera Amalfitana y la naturaleza del Lago di Garda, el parco delle cascate delle Marmore o de las maravillosas Dolomitas (se podría escribir un libro entero sobre ellas). Después de este tiempo, salimos de Italia para recorrer muchos sitios más de Eslovenia, Austria, Eslovaquia, el norte de Hungría (en 2 meses y pico) y Polonia.
Entrevistador: ¡Qué pasada! Y una pregunta que le asalta a todo el mundo… ¿cómo os financiáis?
Stephen: Como verdaderos nómadas digitales seguimos trabajando, pero dentro de la furgo. Trabajamos una media de 5 horas al día a través de Internet, utilizando los fines de semana y el resto de las horas para explorar.
Nieves: No ha sido fácil organizarse para conseguirlo, Stephen ha tenido que crear un espacio de trabajo cómodo para los dos. Hemos tenido que pensar en cómo tener suficientes datos de Internet viajando por todos los países y tenemos más cuidado con los gastos sin dejar de disfrutar de los lugares donde estamos. Si visitáramos estos lugares con un turismo diferente, por ejemplo alojados en hoteles o apartamentos, no podríamos permitírnoslo.
Entrevistador : Una última pregunta. ¿Por qué el nombre «Tranquila Inquietud»?
Stephen : Es un oxímoron que expresa bien la dualidad de una vida satisfactoria. A mi modo de ver, hay que buscar la paz interior, pero sin perder las ganas de salir de la zona de confort de vez en cuando. ¡Nos pega bien también a los dos!, ella es más tranquila y yo… ¡más inquieto! [se miran sonriendo]
Entrevistador : Bueno chicos, solo me queda saludaros y desearos suerte, de todo corazón
Stephen y Nieves : ¡Muchas gracias!
Aquí tenéis el enlace a la página de Facebook del proyecto. Si queréis enteraros de cómo sigue la aventura de estos dos locos (igual no tan locos), os aconsejo antes de todo darle al «Me gusta» de su página.