Hay muchos tipos de “casitas rodantes”. Si habéis estado alguna vez en la Feria del Caravaning de Barcelona os habréis casi seguramente perdido, como yo, entre los miles de diferentes modelos y marcas de caravanas, autocaravanas, capuchinas, perfiladas, motorhome, furgonetas, integrales, etc. A ver si ponemos un poco de orden.

Primero podemos dividirlas en dos familias: las que llevan un motor y van solas y las que hay que arrastrar (remolcar) con un coche. En la primera categoría entran las autocaravanas en todas sus formas y las furgonetas camper (o, como se dice en inglés, las “campervan”); en la segunda, las caravanas. En este post, me centraré en estas últimas.

En primer lugar, ¿cómo las remolcamos? Hay algunas caravanas compactas, superligeras (menos de 750kg) y bastante económicas (11000 € nueva) como la Sterckeman 330 compact, que pueden ser arrastradas por la mayoría de los coches sin necesidad de carnés especiales, ni seguros ni matrícula. Sin embargo, pasando los 750KG la situación se hace más complicada (y cara). La caravana va a necesitar su propia matrícula roja y su seguro, sus frenos independientes y dependiendo de lo que esté escrito en las fichas técnicas puede que un carné B estándar no sea suficiente para poder remolcarla. Veamos cómo.

MMR, MMA, Carné B, B96, B+E

La Masa Máxima Remolcable (MMR) es un valor de cada vehículo (visible en la ficha técnica), que especifica la cantidad máxima de kilos que podemos remolcar con él. Normalmente especifica dos valores, uno cuando el remolque no tiene frenos y otro cuando los tiene (operarán en sincronía con los del vehículo). El límite sin frenos es de 750kg para todos, mientras que la MMR con freno suele variar según la potencia y el tipo de coche. He notado que en muchos casos los productores son bastante “optimistas” y ponen más kilos de los que el motor puede aguantar sin esfuerzo. Hay que pensar que subir una cuesta no es lo mismo que ir en llano, y si se debe estar todo el tiempo en segunda marcha solo para poder mover una caravana con un motor 1200 gasolina, estaremos acabando con el coche y poniendo en peligro nuestra seguridad y la de los demás. Hay coches caros que son verdaderas mulas, como el VW Touareg. Sin llegar a esos niveles, cualquier utilitario mediano-grande con motor diésel puede cumplir con el asunto (si tiene bola de remolque, ¡claro!).

Cómo NO remolcar una caravana

En líneas generales, es una buena costumbre asegurarse de que el peso del vehículo que remolca sea mayor que el peso del remolcado (de un 20% como mínimo). Si no fuera así, el remolque mismo podría “oponerse” a nuestra conducción y llevarnos a situaciones peligrosas.

La Masa Máxima Autorizada (MMA) describe cuánto puede pesar, como máximo, un vehículo o un remolque con su carga. Cada vehículo tiene una MMA especificada en su ficha técnica, así como todos los remolques, caravanas incluidas. Incluye el peso del vehículo mismo, más todos los líquidos – combustible, agua, etc – necesarios para su funcionamiento, más el conductor, los demás ocupantes y todas sus pertenencias.

La MMA es un valor que se puede ajustar, de hecho se puede cambiar con un poco de papeleo en la ITV si la plataforma lo permite. En la mayoría de las caravanas en el momento de la compra te pueden dar a elegir entre diferentes valores predeterminados de MMA. Aquel que escojamos aparecerá en la ficha técnica. En realidad muchas caravanas están hechas para aguantar tranquilamente el valor máximo propuesto. ¿Por qué entonces ofrecer versiones con MMA reducida? Porque este valor no especifica solo cuánta carga podremos llevar, sino también si nuestro coche puede remolcarla (debe ser inferior a la MMR del coche) y está directamente relacionado con el tipo de carné necesario para arrastrarla.

El carné B permite remolcar hasta un límite: la suma de la MMA del coche y la del remolque no puede superar los 3500KG. Por ejemplo, 2500KG el vehículo y 1000KG la caravana. Para arrastrar con el mismo coche una caravana de MMA mayor, necesitaremos sacarnos un carné B96 si el conjunto no supera los 4250KG o B+E si lo supera. Sacarse el carné, sobre todo el B+E, no es algo rápido ni barato, y hay que tenerlo en cuenta en el momento de una compra.

En resumen:

  • La MMR del coche tiene que ser igual o (preferiblemente) mayor que la MMA de la caravana, por ley.
  • La suma de la MMA de la caravana y la MMA del coche tiene que ser inferior a un límite que depende del carné de conducir, por ley: B -> 3500KG, B96 -> 4250KG, B+E 7000KG. Son una excepción las caravanas con MMA inferior a 750KG, que se pueden remolcar siempre con un carné B independientemente de la MMA del vehículo que las remolca.
  • El peso de la caravana debería ser inferior al del coche, con un buen margen, por cuestiones de estabilidad.

Ventajas de las caravanas

  • El precio, especialmente en comparación con una autocaravana. Sobre todo las caravanas de menos de 750KG son económicas, no necesitan seguro ni matrícula, tampoco necesitan un coche grande para arrastrarlas o un garaje grande para dejarlas aparcadas. Para una pareja joven que quiere ver mundo de manera itinerante, son una buena opción.
  • Son espaciosas y cómodas. Depende del modelo y de la distribución, está claro, pero el espacio no falta. Buenas para las familias, los modelos más grandes permiten tener las camas siempre listas para dormir sin tener que cambiar cada vez el espacio del comedor. Para vivir de forma continua, es probablemente la solución más cómoda.
  • Cuando llegamos a un camping (o parking de caravanas), podemos desconectar la caravana y utilizar nuestro vehículo para visitar los entornos. Esta es su mayor ventaja, en mi opinión.

Desventajas

  • No están hechas para estar en la calle, están hechas para estar en un camping. Bajando las patas estabilizadoras de una caravana en el medio de una calle, la condición del vehículo pasa de aparcado a acampado. Parece una diferencia mínima, pero estar acampados en la calle no es legal, y nos pueden multar o hasta pueden llevarse nuestra caravana. Se puede entrar temporalmente en la caravana sin estabilizarla, pero no es una práctica aconsejable porque sobrecarga verticalmente la bola de remolque y el chasis. Los depósitos de agua, las baterías (¡si hay!) tampoco están hechos para garantizar mucha autonomía. Después de todo, en su entorno normal una caravana tiene acceso a un enchufe, agua y desagües.
  • Son fáciles de robar, enganchándola a un coche. Las de menos de 750KG, al no tener matrícula, tampoco se pueden dejar aparcadas en la calle sin el vehículo conectado.
  • En alta temporada, hay que pensar bien en dónde dormir y planear paradas con antelación. Intentar reservar en el último minuto y encontrar todos los campings llenos nos puede arruinar una escapada. Además, hay que pensar en los gastos de un camping, que en alta temporada en sitios turísticos pasan fácilmente el precio de un alquiler de un piso en AirBnB, por ejemplo.
  • Maniobrar el conjunto coche + caravana no es tan sencillo. Incluyendo la lanza, es fácil pasar los 10 metros de longitud total. Estamos hablando de la longitud de un bus. Las nuevas caravanas vienen con chasis con estabilización activa, para evitar el conocido “bouncing” y las transferencias rápidas de carga que pueden llevar a unas manos inexpertas a perder el control del vehículo. En general, requieren más atención durante la conducción.
  • Instalarse en un sitio lleva un mínimo de tiempo. Existen motores eléctricos llamados “mover” que ayudan en la fase de aparcamiento, permitiendo mover la caravana sola, desenganchada del vehículo, con un mando. Pero en general, no están hechas para cambiar de sitio cada noche.

Mi impresión leyendo los blogs y los foros online es que hay más gente que pasa de las caravanas a las autocaravanas que al revés. Probablemente esas desventajas a largo plazo acaban por cansar. Al mismo tiempo, cabe decir que hay personas que disfrutan muchísimo de la vida en el camping o incluso viven dentro de una caravana a tiempo completo y no la cambiarían por nada.

¿Qué marcas de caravana comprar? ¿Cuáles son las mejores?

“Vale, he decidido que quiero una caravana de las gordas para viajar cómodo con toda la familia yendo de camping en camping. ¿Qué marca de caravana elijo?” Hay muchas. Yo aconsejo las alemanas, en particular HYMER ERIBA y FENDT. Son dos marcas que no suelen fallar, ganan premios cada año. Son las que tienen los mejores materiales y el mejor aislamiento, de hecho si vais a la montaña en invierno veréis que no hay muchas caravanas que aguanten el frío como esas. Son unos clásicos que no pierden mucho valor en el tiempo. BURSTNER es otra marca alemana buena. Algunos modelos llevan una interesante cama basculante (eléctrica o manual) que permite tener efectivamente dos ambientes en uno, ahorrando espacio sin perder funcionalidad. Es una solución bastante utilizada en las autocaravanas, pero muy poco en las caravanas (por la capacidad de resistencia de su estructura, más débil). Las KNAUS tampoco son malas, dependiendo del modelo, diría de nivel intermedio. Hay productores que cuidan mucho el efecto “¡¡oooooh, qué bonito!!” con muchas luces y plásticos brillantes cromados, pero al final la calidad de los materiales decepciona un poco (HOBBY me ha dejado esta impresión). La calidad, por lo general, se paga, no hay escapatoria. Está claro, depende también de si os sirve para un uso ocasional o más intensivo. Hay marcas francesas del grupo Trigano que están muy bien por el precio, son perfectas para escapadas, tienen mucho mercado y usuarios contentos. Al final es algo muy personal. Yo, antes de decidirme por una furgoneta GV (Gran Volumen), estuve a punto de comprar una caravana (una HYMER ERIBA EXCITING 535) para irme a vivir unos meses en plan nómada por Europa. En general, soy de esos que prefieren de todos modos la idea de invertir algo más de dinero en un objeto de valor que dure.

¿Tienes una caravana y quieres compartir tus experiencias o pensamientos sobre el tema? ¿Quieres añadir o preguntar algo? ¡Anímate y deja un comentario!