VAN TOUR Ep. 4 – Ducha invisible, lavabo-fregadero y 180L de agua potable

Nuestra furgoneta dispone de un baño completo, aunque no se vea. Está pensado para desaparecer cuando no se necesita.

La ducha empotrada

Como ya sabéis, antes de cambiar la distribución tenía pensado montar una cabina de ducha separada en la furgo. Después de unas noches de pesadillas por el cierre del primer taller de camperización que nos dejó en la calle con la furgoneta sin muebles, me di cuenta de que en una furgoneta L2 la ducha quitaba demasiado espacio, para ser utilizada solo unos pocos minutos al día.

¿Pero qué hacer entonces? Una ducha exterior como en las furgonetas de techo bajo, duchándose a las intemperies, acampando y contaminando todo el suelo con jabón y champú? No, no era lo que quería. ¿Poner una zafa con una bomba de inmersión para vaciarla después de ducharse? No quitaba el hecho de tener que acampar (con los problemas que esto comporta cuando no estás en un camping) y pasar frío en invierno. Ah, y olvídate de lo de pasar desapercibido. ¿Una zafa dentro? Sigue siendo un rollo montar y desmontar todo el chiringuito cada vez…

Fue así que se me ocurrió empotrar el plato de ducha en el suelo, aprovechando el espesor del aislamiento, delante de la entrada lateral.

De día el plato se queda escondido debajo de un tablero con el mismo acabado que el resto del suelo de la furgoneta. Cuando queremos ducharnos quitamos el tablero y ¡tachán!

El plato lleva un conector rápido para enchufar la manguera y un desagüe que se puede abrir y cerrar (para que no suban malos olores y las aguas grises del depósito que está justo debajo).

Tenemos un raíl en el techo que hace de guía para la cortina de ducha, que normalmente va recogida en la esquina del mueble fregadero. Cuando nos duchamos corremos la cortina (da una vuelta completa al plato y se solapa un poco), enchufamos la manguera y listo. La cortina lleva en el dobladillo una cinta de pesitos de plomo, para que se quede recta y no se salga del plato mientras nos duchamos. Hemos añadido también unas tiras de velcro para hacer que la cortina se pegue a la puerta corredera, maximizando el espacio.

El teléfono de la ducha tiene una palanquita para abrir y cerrar el agua. El agua sale a una temperatura tibia constante (regulable) gracias a una válvula mezcladora termostática ubicada en el mueble fregadero.

El fregadero

El fregadero de nuestra furgoneta nos hace también de lavabo del baño. Nunca me han gustado esos minilavabos grandes como el palmo de una mano que mucha gente monta en los baños de sus furgonetas, los veo muy limitados. Prefiero tener un fregadero más grande y utilizarlo también para lavarme los dientes y la cara. Si de verdad queréis un lavabo en el baño, mejor uno más grande pero abatible, que no ocupa sitio cuando no lo utilizáis.

He puesto un grifo alto, que resulta más cómodo cuando lavas las ollas y las sartenes, con un filtro percolador para ahorrar agua manteniendo un buen chorro.

Un estante abatible puesto en el lado derecho del fregadero permite ganar algo de superficie de apoyo cuando estamos fregando.

Arriba del fregadero, debajo del microondas he colgado un escurridor IKEA. Dejamos los platos ahí a secar también cuando estamos conduciendo y no se mueven. Hemos puesto debajo una bayeta pegada con unas pinzas pequeñas para absorber las gotas de agua.

Depósitos de agua

Tenemos un depósito de agua limpia de 185 litros en la parte trasera de la furgoneta, de lado a lado. Es de poliéster, hecho a medida con un molde, y recubierto por dentro con gelcoat sanitario. Internamente está partido en tres partes por dos paneles verticales, dejando arriba y debajo de cada panel 2cm de espacio para que las tres partes comuniquen entre ellas. Con estos «rompe-olas» se evitan trasferencias de carga repentinas al conducir por carreteras con muchas curvas, mejorando la estabilidad del vehículo. Si lo volviera a hacer pondría tres bocanas grandes en lugar de una, para poder limpiar más facilmente las tres partes.

Como no quería dejar a la vista una boca de llenado fuera de la furgoneta, cuando queremos llenar sacamos un tubo de llenado de un metro de longitud fuera de una ventana trasera. El tubo acaba con un empalme rápido para mangueras, así que conectamos nuestra manguera extensible y llenamos sin preocuparnos de salpicar la furgo por dentro. Cuando se llena, el agua sale por el tubo del respiradero que acaba en los bajos, así que cuando vemos salir agua por debajo de la furgo sabemos que el depósito está lleno.

La bomba de agua sanitaria de nuestra camper es una Webasto/Whale Watermaster, una bomba de 8L/min de alta calidad, asociada a un vaso de expansión cargado a 20 psi. Esto nos permite obtener un chorro constante, sin los típicos golpes, y la presión es suficiente para evitar que la bomba se anime al abrir unos segundos el grifo de la cocina.

Potabilización

Almacenar agua limpia estancada durante días facilita la aparición de algas y bacterias. Para limitar el problema lo primero y más importante es utilizar un depósito que no deje filtrar la luz en ningún punto, porque muchos microorganismos la necesitan para proliferar. Periódicamente habría también que limpiarlos con productos adecuados. Cuando utilizábamos garrafas de 20 litros como depósitos, las enjuagábamos bien antes de llenarlas, agitándolas enérgicamente, y añadíamos unas gotas de lejía con un cuentagotas para estar más tranquilos.

La lejía pura (sin ningún tipo de aditivo/jabón – la botella amarilla de lejía «Conejo» clásica, por ejemplo) en pequeñas cantidades se puede utilizar para potabilizar el agua. Dependiendo de la concentración, hay que añadir más o menos gotas cada X litros de agua (normalmente lo pone en la botella misma). Si no estáis seguros de la potabilidad del agua, es una manera sencilla de quedarse tranquilos, y en la cantidad correcta no es perjudicial para la salud: la lejía desinfecta liberando cloro, el mismo elemento que sale de un grifo de casa, y no permanece activa durante mucho tiempo. Normalmente después de media hora el agua ya se puede beber.

El problema es que con un depósito grande no es tan práctico utilizar lejía. Tampoco me gusta mucho la idea de añadir químicos al agua, preferiría evitarlo. Por eso había instalado dos filtros en serie, después de la bomba. El primero de carbones activos adicionados de plata, elimina olores y sabores, hidrocarburos y muchos compuestos químicos orgánicos. El segundo, de fibras, retiene el 99,9% de las bacterias. Es un producto de una empresa italiana, hecho a medida para las autocaravanas y las furgonetas. A nivel de manutención, hay que sustituir el filtro de carbones activos cada año, y hacer un contralavado del filtro antibacteriano cada seis meses.

Una ventaja de este producto es que es bastante compacto en comparación con el clásico sistema de filtros para casa de diez pulgadas. El problema es que, por lo menos en nuestra experiencia de fulltimers, los filtros acaban desarrollando colonias de bacterias en su interior demasiado rápido, por lo menos en verano, que es cuando los hemos testeado. Probablemente sustituyendo los filtros antes de lo que recomienda la empresa se solucionaría el problema, a cambio de un gasto mayor.

Al final decidí quitarlos y volver a la lejía, aunque me gustaría poder encontrar una solución diferente. He estado buscando un poco pero lo único que he encontrado es un generador de ozono demasiado caro para mi cartera (más de 2000€). ¡Seguiré buscando!

Si volviera atrás, intentaría no utilizar mangueras de goma en ningún lado de la furgo. Ya sé que con los espacios limitados de una furgoneta a menudo son la única solución posible, pero me he dado cuenta de un límite de este tipo de tuberías. En mi furgoneta he puesto solo mangueras alimentarias, pero aún así el agua, cuando se queda estancada dentro de un tubo durante un tiempo, huele un poco a plástico y no me gusta. Si además es agua caliente a 40º grados, peor. Investigando un poco el tema, he descubierto que una manguera se considera «alimentaria» si no contamina el líquido a un nivel detectable mientras lo atraviesa, pero no garantiza nada por lo que concierne al líquido estancado.

¡Eso es todo! En los siguientes episodios hablaremos de nuestra cocina con nevera de 200 litros, de paneles solares, baterías, calefacción y mucho más. Si no quieres perdértelos, ¡síguenos en nuestra página Facebook y en Instagram!